Comienzan a disputarse hoy en Qatar las semifinales del Mundial de Fútbol 2022. Croacia y Argentina se ven las caras con dos figuras singulares, una por cada equipo: Modric y Messi. Ambos aspiran a ser finalistas y alzar la Copa del torneo que se disputa cada 4 años.
Tanto para el croata como para el argentino esta será, probablemente, la última oportunidad para proclamarse campeón del mundo.
Modric tiene algún año más que Messi y ambos son capitanes de sus respectivas selecciones. Modric quiere elevar a su país a la cumbre del fútbol mundial, lo que no pudo ser en 2018 al perder en la final ante Francia. Ser campeón para el croata es un ideal colectivo y de país, dejando en segundo plano el éxito personal.
Messi quiere ser campeón para su gloria personal. Es el título que le falta en su impresionante palmarés. Y así lo proclaman los medios de comunicación que elevan a los altares futbolísticos a un jugador que ya tiene un sitio en la historia del fútbol mundial. Pero hay un nombre que le hace sombra, Diego Armando Maradona, que si ganó un mundial.
Modric es un jugador que mueve al equipo con un continuo esfuerzo «box to box. Elegante en su juego y en su comportamiento dentro del campo y fuera de el.
Messi es un futbolista al que el equipo le mueve. Eso si, tiene una indiscutible clase que con poco esfuerzo es capaz de resolver con disparos certeros o crear con buenas asistencias situaciones de peligro. Actualmente juega casi parado y sus malos modos en el campo con los contrarios y con los árbitros son más que evidentes. Su actuación en el partido contra Holanda es censurable, aunque la FIFA aún no se haya pronunciado.
El encuentro no tiene pronóstico. La balanza se puede decantar de un lado ú otro. Pero en el escaparate de esta semifinal hay dos líderes que representan la humildad (Modric) y la soberbia (Messi). La gloria de un país (Modric), la gloria personal (Messi).
La bolita, como siempre, será quien decida el primer finalista de este Mundial envuelto en la polémica y el escándalo de los sobornos que alcanza, también, al Parlamento de la Unión Europea.
Cholo Hurtado