El debate sobre la victoria del Real Madrid ante el Manchester United y su clasificación para los cuartos de final de la “champions” es excesivo, repetitivo y cansino. Parece como si en ciertos sectores doliera que un equipo español consiguiera un resultado que sólo es un paso más en el camino de la “décima”. Antes de la final quedan aún dos eliminatorias a doble partido que será frente a equipos con las mismas legítimas aspiraciones que los merengues.